Un coche bomba explotó en un espacio vital para los rusos en el control de la península que se anexion+o de facto en 2014. Ucrania no se adjudicó el ataque, pero sí lo celebró.
Además de los avances en el terreno en varias de las regiones «anexionadas para siempre» por Rusia en su invasión a Ucrania, de los miles de soldados muertos que el Kremlin trata de ocultar, incluso de las detenciones de miles de ciudadanos que se animan a protestar contra la invasión a Ucrania, el gobierno de Vladimir Putin sufrió este sábado un nuevo golpe: un coche bomba estalló en el vital puente de Crimea, una infraestructura clave y símbolo de la anexión de esa península ucraniana a Rusia.
El puente, inaugurado en 2018 y promovido por orden del presidente Vladimir Putin, es el símbolo de la anexión de esta península ucraniana por parte de Rusia en 2014. Si Ucrania resulta estar detrás de esta explosión sería un grave revés para Rusia, ya que se trata de una infraestructura fundamental y alejada del frente.
Desde inicios de septiembre Rusia ha sumado reveses militares, ya que sus tropas debieron retroceder tanto en el noreste como en el sur de Ucrania, en particular en la región de Jersón, fronteriza con Crimea, y cuya anexión fue anunciada por Moscú.