
La entidad sigue ajustando la técnica del Insecto estéril para el control del gusano barrenador del ganado.

ISCAMEN, el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza, ha dado un paso significativo en la lucha contra la mosca bichera, una plaga que afecta al ganado y, en algunos casos, a seres humanos. Utilizando la Técnica del Insecto Estéril (TIE), han desarrollado una solución biológica y respetuosa con el medio ambiente.
La Técnica del Insecto Estéril implica la cría y liberación de machos estériles de la mosca del Mediterráneo. Estos machos, al copular con las hembras silvestres, evitan que se reproduzcan, reduciendo así la población de la plaga de manera efectiva. Esta técnica es específica para la mosca bichera y no tiene impacto negativo en la biodiversidad.
Para llevar a cabo esta técnica, es esencial contar con una Bioplanta, una instalación que replica las condiciones naturales del ciclo de vida de los insectos y los esterilizados antes de liberarlos en el medio ambiente. La Bioplanta de ISCAMEN en Santa Rosa se ha adaptado para aplicar esta técnica al gusano barrenador del ganado.
La mosca bichera, originaria de América tropical y templada, pasa por diferentes etapas en su ciclo de vida. Las larvas de esta mosca parasitan las heridas de animales vivos, causando lesiones graves e incluso la muerte si no se trata a tiempo. Una hembra puede poner hasta 300 huevos en cuestión de minutos.
El ciclo de vida de la mosca bichera dura aproximadamente 21 días, pero puede extenderse hasta 90 en condiciones climáticas desfavorables. Los tratamientos actuales se basan en el uso de insecticidas, pero la resistencia de los insectos a estos productos ha llevado a buscar alternativas.
En colaboración con el INTA, ISCAMEN ha recolectado ejemplares silvestres de la mosca bichera en varias provincias argentinas. Estos ejemplares se reproducen y esterilizan en los laboratorios de ISCAMEN. La línea de cría se encuentra en su etapa final de estabilización.
El próximo paso, programado para mediados de octubre, implica la liberación semanal de moscas estériles en las áreas afectadas de Chaco, Corrientes, Norte de Buenos Aires y Santa Fe. Una vez ajustada la técnica, se espera que la Bioplanta de Mendoza pueda producir estos insectos en masa para ayudar a controlar la plaga en las zonas ganaderas de Argentina y Uruguay.



