Si bien hay consenso para discutir un proyecto que beneficie a todas las partes, las fuerzas mayoritarias tienen enfoques distintos: cambiar la duración de los contratos o poner un tope a los precios iniciales.
La Ley de Alquileres provocó un fuerte debate dentro del Congreso desde antes de que comience a tratar la modificación de la legislación, ya que afecta al total de los inquilinos en medio de una situación económica compleja.
Debido a esto, los dos bloques mayoritarios dentro de la Cámara de Diputados acordaron atender las principales necesidades de quienes pagan los alquileres, como así también de los propietarios y corredores inmobiliarios.
Para esto, fijaron un plazo de 30 días hábiles para consensuar un proyecto que sea beneficioso para todas las partes involucradas. Sin embargo, desde cada fuerza política, existen diferentes propuestas.
Juntos por el Cambio, por un lado, propone modificar los artículos relacionados con la duración de los contratos y con la actualización anual. El Frente de Todos, por otro lado, propone poner el foco en el rol que debe ocupar el Estado en esta situación e instalar un tope de precios iniciales de alquileres.