
El club, conocido en el ámbito como el «semillero de oro», venció a Junín en la Reválida y consiguió el ascenso a la máxima categoría tras seis años de ausencia.

Y un día volvió. El Club Obras Mendoza recuperó el lugar de privilegio que tanto anhelaba y merece por historia: consiguió el ascenso a la Superliga de Básquet de Mendoza, venciendo en la Reválida a Junín por 2 a 0 en la serie y con un marcador de 76 a 64 en el segundo juego.
Siendo una gran institución a la hora de la formación de jugadores, Obras venía persiguiendo este objetivo desde el momento en el que le tocó bajar. Se negó en la final con San Carlos, pero finalmente lo consiguió de forma sólida en la siguiente instancia, para ser de primera después de 6 años.
En contraste, le tocó perder su presencia en la divisional a otro grande como Junín, que llevaba 8 años en la Superliga. Tratándose de una potencia, significa una buena posibilidad para seguir jerarquizando el ascenso, al menos por la próxima temporada. Y, lógicamente, con el deseo de regresar en el corto plazo.
Foto: Salto Inicial



