Mientras Putin declaraba «la ley marcial» en las cuatro provincias anexadas, el líder ruso de la región del sur ucraniano admitía la situación tensa e iniciaba la retirada.
Decenas de miles de civiles y funcionarios designados por Rusia están siendo trasladados fuera de la región de Jersón, en el sur de Ucrania. El líder local instalado por Rusia, Vladimir Saldo, dijo que todos los funcionarios de departamentos y ministerios nombrados por Moscú cruzarán el río Dnipro.
Previamente, Saldo había dicho que entre 50.000 y 60.000 civiles saldrían de cuatro pueblos en la orilla occidental del río en un «desplazamiento gradual y organizado». No está claro cuántos habitantes están siendo trasladados, pero la televisión rusa mostró a varias personas cerca del río.
Ucrania llamó a los residentes a ignorar los llamamientos a evacuar hechos por Rusia. El jefe ucraniano de la región administrativa de Jersón dijo que Moscú quiere tomar a los civiles como rehenes y usarlos como escudos humanos.