El ex presidente debe presentarse el martes en la fiscalía de Nueva York para escuchar las acusaciones.
Cómo siempre Donald Trump da de que hablar y está vez se escuchará más su nombre ya que causo una situación que nunca antes había pasado, un ex presidente es arrestado y acusado de delitos. Ningún expresidente había sido acusado de un delito antes, por lo que no existe un reglamento para ficharlo. Trump está protegido por el Servicio Secreto, cuyos agentes lo acompañan en todo momento.
Estos delitos son pagos de dinero durante su campaña del 2016 para acallar denuncias de encuentros sexuales extramaritales. Un jurado investigación está indagando en estás acusaciones, ya está bajo sello, como es de rigor en Nueva York antes de la instrucción formal de cargos.
Trump ha negado haber cometido delito alguno y ha calificado la investigación de “estafa”, “persecución”, injusticia y un golpe bajo político para perjudicar su intento de presentarse como candidato presidencial en las elecciones de 2024. La investigación fue sobre los pagos efectuados a la actriz porno Stormy Daniels y a la exmodelo de Playboy Karen McDougal. Ambas dijeron haber mantenido encuentros sexuales con Trump años antes de que se dedicara a la política.
El expresidente lo niega en ambos casos. Durante la campaña presidencial de 2016, sus aliados pagaron a las mujeres para acallar sus denuncias. El director del tabloide National Enquirer pagó a McDougal 150.000 dólares por los derechos de su historia y luego la enterró, en un acuerdo mediado por el entonces abogado de Trump, Michael Cohen. Después que Cohen mismo pagó 130.000 dólares a Daniels, la empresa de Trump se los reembolsó con bonificaciones e hizo figurar esos pagos como gastos legales.
Pero estás acusaciones, por más graves que sean, no son las únicas que enfrenta el ex Jefe de Estado. En Atlanta, los fiscales tratan de determinar si Trump cometió delitos cuando trató de conseguir que funcionarios de Georgia revocaran su estrecha derrota electoral ante Joe Biden en 2020.
A nivel federal, un fiscal especial designado por el Departamento de Justicia investiga los intentos de Trump de modificar los resultados de la elección nacional. Además, indaga el porqué Trump conservó un cúmulo de documentos secretos del gobierno en su finca en Florida, Mar-a-Lago, y si él o sus representantes intentaron obstruir esa investigación.