Ambos países afianzan su acercamiento mediante los negocios.
Este jueves, tras meses de licitaciones, el Ejecutivo confirmó que Uranium One Group, de la corporación estatal de energía nuclear rusa Rosatom, y la empresa estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) acordaron la construcción de un complejo industrial en el salar de Pastos Grandes para la extracción y producción de este mineral.
Con este anuncio, la compañía -bajo la órbita del Kremlin- se hizo un lugar en una de las principales reservas de litio del mundo y garantizó, con ello, su acceso a este producto clave, además de afianzar su presencia en la región. El proyecto, cuyas inversiones rondarán los USD 600 millones, contempla la construcción de un complejo industrial en el salar en el Departamento de Potosí, con una capacidad de producción de 25.000 toneladas de carbonato de litio anuales.
Esta cifra podría, no obstante, aumentar en función de los resultados de la exploración geológica a realizar en el lugar. En este sitio, al igual que el el salar de Uyuni -donde el régimen chino ya tiene presencia- se aplicarán tecnologías de extracción directa del litio (EDL), un proceso a la vanguardia en la materia.
Por su parte, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, describió este hecho como un paso “trascendental” en el desarrollo de la práctica en el país, que se encuentra muy por detrás de Chile y Argentina.
Ahora, con estos anuncios, el Ejecutivo aspira a producir 100.000 toneladas de carbonato de litio al año para 2025, con miras a posicionarse como proveedor del 40% del suministro mundial de este producto, para 2030.