En 1975 se estableció al 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, pero el primer acontecimiento que lo impulsó sucedió en 1857.
Pan para la seguridad económica, rosas para la calidad de vida. Un lindo e ingenioso lema para aquella época, que les permitió distinguir su reclamo. Era el 8 de marzo de 1857 y en Nueva York (Estados Unidos) se plataba la primera semilla de lo que en más de 150 posteriores sería la constante lucha de la mujer por sus derechos.
Las calles fueron invadidas ese día por mujeres trabajadoras del sector textil, reclamando mejores condiciones laborales. El «pan y rosas» no tardó en hacerse notar a pesar de la represión policial. Sin saberlo, estaban cambiando el mundo para siempre con esa primera acción.
Hubo otros acontecimientos mundialmente conocidos, sobre todo los ocurridos en 1908, en 1911 y en 1917. Pero aquel primer símbolo marcó el camino para que, por fin, en 1975 la Asamblea General de las Naciones Unidas estableciera el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.