Hermano querido:
¡Como estas!, me quede pensado en la última de nuestras charlas y sobre todo en tu pregunta final.
¿Seguirás tu camino tal como te lo depara la suerte sin tratar siguiera de combatirla?
Creo que es un buen momento para repensar el cómo y el que de muchas cosas a ver si así salimos airosos y con fuerza hacia el futuro.
Lo poco que he descubierto en este tiempo es que soy incapaz de odiar, aún al más malvado de mis enemigos porque siempre voy a esperar a que cambie. También descubrí que hay una enorme diferencia entre el odio y la obligación de justicia, el primero es ciego y envenena el alma, el segundo en cambio es una obligación para quien tiene la virtud de descubrir actos injustos.
Ahora bien, casi todos vemos y vivimos a diario actos injustos pero no siempre actuamos quizá por miedo o comodidad, “para que me voy a meter si no es mi problema”, sea como sea he descubierto que no puedo ser indiferente ante estas cosas y mucho menos hacerme el tonto.
Solo hay un problema, esta vez siento que la injustica recae sobre mí y eso no es fácil de digerir porque con facilidad se puede caer en la subjetividad, pero he llegado a la conclusión de que si no reacciono y me mantengo afuera pierdo el mayor de los valores, la fidelidad a las propias creencias.
Te acordás en la secundaria nos hicieron leer “El Conde de Montecristo” era largo pero recuerdo muy bien una frase, “Los hombres verdaderamente generosos están siempre dispuestos a ser compasivos cuando la desgracia de un enemigo sobrepasa los límites del odio hacia él.
«Creo que esto indica que la grandeza está en perdonar en los momentos de mayor odio. Sabes siempre creí que eso era lo correcto y aún hoy lo creo, pero confieso que a veces me asusta terminar golpeado por todos lados.
He aceptado que la única manera de salir de todo es enfrentarlo, ser uno mismo, buscar justicia, decir lo que se piensa y dejar todo bien claro , si no lo hacemos podemos tener una herida moral. Las heridas morales tienen la particularidad de que se ocultan pero no se cierran; siempre dolorosas, siempre prontas a sangrar cuando se les toca, quedan vivas y abiertas en el corazón.
Hermano mío, no podemos dejar que esto pase, animémonos a ser nosotros mismos y justos con los demás.
¡No te olvides, estamos juntos en esto! Nos vemos pronto.
Yo, Tu hermano menor
Instagram: https://www.instagram.com/catarsiscolectivacolorida/
Facebook: https://www.facebook.com/catarsiscolectivacolorida