
Las velas tienen un poder mágico. Su fuego tiene la capacidad de iluminarnos, guiarnos y transformarnos en consonancia con nuestros deseos más profundos.

Gracias a su intensa energia, las velas nos alumbran el camino hacia nuestros objetivos y facilitan nuestra conexión con el Universo.
Tiene significado cada una de ellas: la llama, su fragancia, el tiempo que tardan en quemarse y sin dudas, el color.
Algunos colores de las velas potencian más que otros los resultados de acuerdo a las distintas solicitudes.
Acá te damos la guía para aprovechar al máximo su energía.
Velas amarillas (o doradas)
Las velas amarillas (o doradas) son ideales para atraer dinero, prosperidad, trabajo y bienes materiales.
El color amarillo, además, se asocia a la sabiduría y la reflexión, ayuda a revitalizar ambientes y a hacer fluir la energía.
Ritual: En este caso, debemos prender la vela junto a un vaso de agua con sal y pedirle al Universo, a través de ella, que nos acerque a la abundancia y al objetivo que perseguimos. Al finalizar la invocación decimos: «gracias, gracias, gracias». Cuando la vela se apaga, tiramos el agua en una maceta o lugar con tierra.
Velas verdes
El color verde es un símbolo de crecimiento, esperanza y dinero, y nos acerca a un sentido de riqueza y abundancia.
Ritual: En este caso, preparamos un altar con una vela verde, un billete de u$1 y una copa de agua con azúcar. Prendemos la vela, nos visualizamos rodeados de un aura verde y recibiendo toda la prosperidad que nos merecemos. Terminamos la meditación afirmando: «Así sea, así sea, así sea». Cuando la vela se apaga, tiramos el agua en un lugar con tierra; y guardamos el dólar en nuestra billetera o cartera, lo llevamos siempre con nosotros y no lo gastaremos.
Velas naranjas
El color naranja se relaciona con el Sol como fuente de vida y energía; como origen y sostén de la vida.
Las velas naranjas nos permiten atraer la buena suerte en los ámbitos de los negocios, amor, salud, estudio y dinero.
Es muy bueno encender una vela de este color cuando nos sentimos tristes o sin energía ya que ayuda a recuperar el ánimo. Además, permite reflexionar y aumentar nuestro poder económico; y encontrar la fortuna y reconocimiento de los demás.
Ritual: Primero, preparamos un altar con una vela naranja, una copa de agua y un trozo de cinta naranja. Prendemos la vela, le pedimos al Universo que nos otorgue su energía para alcanzar la abundancia en todo sentido y agradecemos afirmando: «gracias, gracias, gracias». Cuando la vela se apaga, tiramos el agua en un lugar con tierra y nos atamos la cinta a la muñeca o el tobillo hasta que se caiga.



