Los múltiples problemas en el paso fronterizo

Comparte en tus redes

Lo sucedido el sábado en el Paso Cristo Redentor-Los Libertadores desnuda varios inconvenientes que requerirán de acciones articuladas, pensando en la prevención de males mayores.

Cerca de 400 personas quedaron varadas en alta montaña, producto de las consecuencias de la intensa nevada. No es algo que se desconozca: todos los años sucede en esta época y los turistas y transportistas lo saben. Pero el hecho de que sea algo inevitable no quiere decir que allí no exista un problema (o varios) a solucionar.
Más allá de las horas que las personas varadas pasan en la zona, con todas las posibles problemáticas del caso; una de las principales cuestiones a mermar es la posibilidad de accidentes. La formación de hielo en las calzadas y en las propias rutas son incluso más conflictivas que la acumulación parcial de nieve. Y, de hecho, fue la causa de que dos camiones patinaran y se cruzaran de lado chileno, obstruyendo el paso.
Pero a eso se le suman otras cuestiones: el frío que pasan personas vulnerables (como niños o ancianos) en las largas horas de trabajo para evacuar a los varados, como así también el mal de altura que una gran cantidad de personas es propensa a sufrir.
Soluciones mágicas, está claro, no existen. Por ese motivo, serán una serie de acciones coordinadas las que podrían ayudar a frenar todas estas situaciones: por ejemplo, la cantidad de vehículos que pueden transitar en determinada época del año, los requisitos de las personas que viajan -al menos en esta etapa de frío-, la información previa para los conductores ante los problemas que se presentan con los temporales y hasta mayores controles en las medidas de seguridad de los vehículos.

Comparte en tus redes