El corredor internacional recuperó la normalidad y ya pueden pasar topo tipo de vehículos desde las 8 de la mañana de este domingo.
En un ballet de condiciones climáticas cambiantes, el Paso Cristo Redentor, que une Argentina con Chile, ha sido testigo de un constante vaivén de aperturas y cierres. Este domingo, las barreras se levantaron permitiendo la travesía de cualquier vehículo, desafiando las previsiones de inestabilidad que azotan la región.
A pesar de las condiciones volubles que se prevén hasta la mitad de la semana, el corredor internacional ha desafiado las expectativas, manteniéndose operativo las 24 horas del día. Una verdadera hazaña logística en un entorno donde la naturaleza reclama su lugar.
El jueves pasado, el telón cayó sobre el andino, cerrado por un día debido a la caprichosa nevada que tiñó de blanco la imponente cordillera. Autoridades de ambas naciones, en un acto de prudencia, optaron por clausurar el paso hasta que los elementos muestren una faceta más benévola.
Según reportes de la Gendarmería Nacional, las temperaturas se despliegan como notas musicales: Uspallata resuena a 8º, Punta de Vacas a 3º, Puente del Inca desciende a -2º y Las Cuevas se sumerge en un gelido -3º, componiendo así la sinfonía de climas. diversos que caracterizan este rincón montañoso.
La semana anterior, el paso fue el escenario de un bullicioso concierto de automóviles y autobuses, evidenciando un marcado interés por parte de los ciudadanos chilenos en visitar Mendoza y realizar compras, una tendencia arraigada desde marzo.
El flujo masivo a través de este sistema integrado resultó en armonías discordantes: largas filas de vehículos que desafiaban el ritmo habitual de la travesía. Movimientos frenéticos que, en algunas compases, derivaron en demoras de hasta 5 horas, tanto en el ingreso como en el retorno al país.