
Festejando 45 años de vida, el programa es el más antiguo de la provincia. Hubo capacitaciones y una gran cantidad de obras expuestas.

Del 3 al 5 de mayo, el Hotel Turismo Tupungato albergó una Muestra Histórica Cultural de obras únicas certificadas. El «Mercado Artesanal Mendocino», conocido como MAM, celebró con una celebración de 45 años el programa más antiguo creado por la provincia.
Durante los tres días de encuentro, los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer e interactuar con artesanos mendocinos de distintas localidades, quienes mostraron sus artesanías folklóricas de cuero crudo, junquillo, lana de oveja y otras técnicas ancestrales. Además, el MAM ofreció una capacitación a 40 tupungatinos para aprender dichas destrezas y técnicas, concluyendo con una certificación avalada por el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes.
La Directora de Economía Social y Asociatividad de Mendoza, Lorena Meschini, visitó el lugar junto al Intendente local Gustavo Soto y el jefe actual del programa, Raúl Oribe. El Mandatario expresó su gratitud por haber recibido la iniciativa provincial, destacando el orgullo de presenciar a la juventud aprendiendo técnicas ancestrales.

Cecilia Larocca y Silvia Pérez, trabajadoras sociales del MAM, se encargaron de dirigir la exposición del Museo y coordinar las ventas de artesanías. Entre las obras exhibidas se destacaron piezas elaboradas en cestería de junquillo, telar criollo y mapuche, y trenzado en cuero crudo.
En cuanto a la capacitación, Víctor Hugo Torres, artesano de Gualtallary, mostró cómo hacer pulseras a través de trenzado en cuero crudo, compartiendo sus saberes culturales. Por su parte, Mary Rosa Barroso, oriunda de la Comunidad Elias Guaquinchay en El Retamo, enseñó distintos tipos de hilado de lanas en bastidores de madera, pese a haber dedicado 18 horas correlativas durante los tres días.
El Mercado Artesanal Mendocino nació en 1972 en Malargüe como Cabaña Experimental, con el objetivo principal de generar ingresos genuinos para artesanos tradicionales rurales. Estos artesanos folklóricos son mujeres, hombres, jóvenes y adultos, todos con una herencia de memoria genética de sus ancestros familiares, quienes poseen habilidades y destrezas manuales naturales y artísticas para diseñar y producir obras tradicionales en el territorio mendocino.




