La cooperativa eléctrica de Alvear no sólo busca dejar una huella en la sociedad mediante sus servicios: también con ideas y acciones como el convenio con la Universidad Nacional de San Luis.
Falta de oportunidades para estudiar. Éxodo estudiantil y, por consiguiente, falta de identidad con su lugar de origen en aquellos jóvenes que luego no regresan. Dinero local que va a parar a otras ciudades y que podría quedarse en el departamento. Son algunas de las cuestiones que Cecsagal detectó y que se propuso mejorar en la sociedad de General Alvear, sabiendo del desafío que eso implica.
Y así fue como la cooperativa eléctrica puso manos a la obra, con el convenio de cooperación mutua que se firmó semanas atrás con la Universidad Nacional de San Luis, mediante el cual se buscará que los estudiantes puedan acceder a diplomaturas, tecnicaturas y (por qué no soñar) carreras de grado en el futuro.
«Parte del dinero que las familias invierten en que sus hijos se vayan a estudiar a otro lado también quedará en nuestra región, entonces creemos que ayudará al desarrollo socio económico de la zona» comentó el vicepresidente de la institución, Gustavo Rubio, en relación al doble impacto que la acción podría tener a mediano y largo plazo.
Claro está que, a partir de ahora, se viene un arduo trabajo. En conjunto con la Cámara Joven, Cecsagal tiene previsto realizar un fuerte relevamiento para detectar cuáles son las principales necesidades de profesionales y puestos laborales de la zona, como así también el gusto y las habilidades de los jóvenes. Esto llevará a tener datos concretos que sirvan para hacer esfuerzos por las primeras diplomaturas y tecnicaturas.
A su vez, el convenio va más allá de las carreras que se puedan estudiar. También contempla el intercambio recíproco de información científica, tecnológica, desarrollo de nuevos conocimientos, creación y aplicación de nuevas tecnologías y emprendimientos en todos los campos en que desarrollan sus actividades.
