
Saber con exactitud cada una de las prendas que guardas te hace ahorrar dinero. Porque comprarás según lo que necesites y no de lo que creas necesitar.

Esto ocurre porque no sabemos la totalidad de lo que tenemos. Ya que muchas prendas están ocultas debajo de otras.
La cantidad de espacio no determina que esté mejor organizado, solo que caben más prendas. Si calculáramos la cantidad de ropa que en realidad utilizamos con frecuencia no nos haría falta tanto espacio como creemos.
Evoluciona tu vida y tu armario
Si alguna vez has estado peleada con tu armario, o has tenido una crisis con lo que tiene adentro, seguramente es porque nuestra vida evoluciona y nuestro armario quedo en una etapa atrás. Seguro que hay muchas prendas que siguen siendo muy tú, pero tantas que ya no. Es hora de decidir cual se queda y cual se va.
Comprar con sentido
Caer seducidas por una prenda “barata” es fácil. Te autoconvences de que por el precio que tiene hay que llevársela y ya verás luego con que la combinas.
Y ahí la tienes almacenada en tu armario y con el dinero gastado. Piensa bien lo que te hace falta y con qué otras prendas te la pondrás antes de adquirirla.
Pautas de orden
Para dejar entrar una prenda hay que sacar otra. Ésta puede ser una buena y recomendable pauta cuando ya has puesto a punto tu armario.
Siempre y cuando esté en línea con tu estilo actual.
Siempre y cuando la vayas a usar.
Siempre y cuando sea un color y una forma que se amolde a tu cuerpo.
Siempre y cuando te ayude a hacer nuevas combinaciones.
Lo recomendable es hacer compras inteligentes que te ayuden a seguir creando ese armario que se adapta a ti como un guante.
La decisión final: se queda o se va.
Si has decidido que se queda, tómate un rato para observar con que puedes combinarla de lo que tienes en el armario.
Recuerda que es importante saber qué colores y formas nos encajan mejor para ahorrarnos tiempo y dinero.
Para evitar tener prendas aisladas debes cambiar tus hábitos de consumo.
No compres para, después, pensar con que lo combinas. Piensa que prenda necesitas y después compra.
Tener un armario consciente donde sabes que tienes, donde lo tienes y que necesitas para que siga amoldado a ti conlleva revisar costumbres de compra.



