El increíble show de Andrés Calamaro

Comparte en tus redes

Un homenaje a Iorio, canciones e invitados únicos.

En el Movistar Arena no cabía un alfiler, las entradas estaban agotadas desde hacía meses (hoy, jueves 16, dará una segunda función ahí mismo) y la humedad de la noche hacía subir el vapor de la expectativa. El Salmón está coronando una gira anual de 40 conciertos y la cita con su ciudad era ineludible. “Cantar en Buenos Aires, a fin de año, nos resulta folclórico”, dijo y vaya que lo fue. “Output Input”, “Cuando no estás” y “A los ojos” abrieron el fuego con prepotencia y rock, amplificado en esa banda sólida y versátil que juega de memoria: Mariano Domínguez (bajo), Martín Bruhn (batería), Germán Wiedemer (piano) y Julián Kanevsky (guitarras) acompañan a Calamaro desde 2016 y contribuyen en la artesanía que supone desarmar las canciones y entregarlas distintas a como las conocemos.

Las citas son una constante en Calamaro y esta vez destapó “Lunes por la madrugada”, dedicada al genio y la figura de Miguel Abuelo, un gesto particular teniendo en cuenta que no suele revisitar su paso por Los Abuelos de la Nada. Y lo hizo haciéndose cargo de todas las estrofas, acompañado por el coro alucinado por el recuerdo. Ese aura también estuvo presente en el momento más especial de la noche, cuando invitó a Pablo Lescano (”El Maradona de la música popular”) para darle el necesario toque villero a “Tuyo siempre”.

Andrés y Pablo le dieron calor a una verdadera cumbia dinamita bajo las reglas de Lescano, que cuando toca en vivo es una especie de mixtape humano. Y como si fuera uno de esos enganchados que todavía se venden en los trenes, la remató con la melodía de “Mil horas”, acaso la más popular que se haya fabricado alguna vez en la Argentina.

Después de “Crímenes perfectos”, todo se puso oscuro hasta que unos focos blancos apuntaron al cantante. La luz necesaria para invocar a Ricardo Iorio con los versos de “Justo que te vas”, acaso los más melancólicos que escribió alguna vez el ícono del metal pesado argentino, fallecido hace menos de un mes. Fue la intro perfecta para “Los chicos”, con la que Calamaro suele finalizar sus recitales para rendirle tributo a sus amigos caídos. Tristemente, esa lista es cada vez más larga: Mariano Mores, Federico Moura, Luca Prodan, Julián Infante, Pil, Willy Crook, Palo Pandolfo, Marciano Cantero, Pappo, Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati y, una vez más, Maradona.

Comparte en tus redes