Por orden del ejecutivo, la ex ministra de Economía viajó a Santa Cruz para firmar la construcción de dos represas por 5.000 millones de dólares. La deuda es con China, en el medio del polémico expansionismo de Xi Jinping.
El otro artículo se podrán discutir los beneficios (seguramente probados) de las de las centrales hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic. El tema es que, para financiar estas obras en Santa Cruz, Argentina se endeudó por casi 5.000 millones de dólares con China, que financiará el proyecto como lo viene haciendo en múltiples países que, en su mayoría, después no han podido pagar y terminan entregando la concesión del lugar al gobierno de Xi Jiping.
Cuando estaba a pocas horas de dejar su cargo como ministra de Economía, Silvina Batakis hizo un viaje relámpago hasta la Patagonia, donde firmó el convenio junto a la gobernadora Alicia Kirchner. Los bancos con los que se endeudó el país son China Development Bank, Industrial and Commercial Bank of China Limited y Bank of China Limited.
La cuestión genera revuelo por darse en dos marcos complejos: por un lado, los intentos desesperados de Argentina por capturar divisas y no desangrar sus reservas de la moneda estadounidense; mientras que por el otro está la tensa relación de China con Estados Unidos por el conflicto con Taiwán y los frenos que el gobierno de Joe Biden quiere imponer al expansionismo chino.
