
Argentina perdió contra el que es, en teoría, el rival más accesible del grupo. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué no hubo respuesta?

Argentina 1 – Arabia Saudita 2. Se lee y no se cree. La enorme expectativa del pueblo albiceleste para con la Scaloneta, la gran racha de invicto y el hecho de enfrentar a un adversario que (en los papeles) era inferior no dejaban lugar a la imaginación para un escenario como este.
Fue una derrota tan sorpresiva como dolorosa. Porque no se trata sólo de los puntos que quedan en el camino, del inicio adverso o de ser noticia mundial. Pasa todavía más por la preocupación que genera la falta de respuestas ante un obstáculo. Argentina no sabía lo que era estar en desventaja desde hace unos 3 años. Y lo desconocido terminó paralizando al combinando nacional.
Ese gol de penal de Messi a los 9 minutos hizo pensar en la goleada. Los goles anulados por el VAR no cuentan. Faltaron ideas para doblegar el planteo inteligente de los saudíes y el orden táctico que en todo momento mostraron. Hubo desprolijidades y errores. Hay poco tiempo para corregir, pero es una obligación hacerlo. Difícil brindar un mensaje optimista. Pero eas bueno que el cachetazo haya llegado ahora. Con margen para poder revertirlo.



