Riquelme convenció a Chiqui Tapia, que observó el campo de juego en la derrota ante Huracán y decidió que el partido ante Venezuela se juegue allí.
Como el Monumental no estaba disponible, varias opciones se manejaron para albergar el partido entre Argentina y Venezuela, el próximo 25 de marzo por la fecha 17 de eliminatorias rumbo a Qatar. Caído el Malvinas Argentinas de Mendoza (la logística ya estaba armada para Buenos Aires), se barajaron varios estadios de Capital Federal.
Vélez parecía picar en punta, a pesar del pedido formal de Independiente para que fuera en Avellaneda. Boca parecía correr desde muy atrás, ya que al presidente de la AFA, Claudio Tapia, le preocupaba el estado del campo de juego.
Un llamado de Riquelme y el comportamiento del piso en la derrota de Boca ante Huracán terminaron por convencer al «Chiqui», que puertas adentro aseguró que el encuentro tendrá lugar finalmente en la Bombonera.