Más allá de la derrota por goleada ante Palmeiras en la final, las Gladiadoras hicieron historia: nunca un equipo argentino había llegado a la cita decisiva. La mendocina fue titular todo el torneo.
En un hecho sin precedentes para el fútbol femenino de Argentina, Boca representó al país en la final de la Copa Libertadores. El rival fue Palmeiras, que tiene un equipo de mucha calidad individual y fue más efectivo para consagrarse campeón por primera vez en su historia, con goleada por 4 a 1.
Pasaron apenas 5 minutos cuando el conjunto argentino falló en el rechazo de una pelota parada y la delantera Ary Borges abrió la cuenta para Palmeiras. Después de un par de intentos desde afuera del área que no llegaron a buen destino, Brisa Priori aprovechó una pelota filtrada para definir, tomar su propio rebote e igualar el marcador a los 14′.
Palmeiras volvió a ser profundo y lastimó en el arranque del complemento, para ponerse nuevamente al frente por intermedio de Byanca Brasil. Poliana y Zaneratto terminaron de redondear el marcador, anotando los goles que Boca no pudo lograr en sus múltiples intentos.
En las Gladiadoras fue titular la mendocina Julieta Cruz, como lo hizo en todo el torneo. La futbolista nacida en el departamento de General Alvear tuvo un gran torneo, consolidando su nivel y ganando confianza para seguir con otros objetivos superadores, como el Mundial que le espera (Dios mendiante) con la Selección Argentina.