Argentina se irá el último día: se metió entre los mejores cuatro del mundial, después de eliminar a Países Bajos por penales. Se viene Croacia en semifinales.
Hoy, la emoción no permite una crónica de partido. Sólo frases o pequeñas oraciones que de alguna manera describen tamaña alegría y, por qué no, proeza. Porque no todos los días se llega a una semifinal de mundial. Porque no es para cualquiera. Porque jugar 7 partidos en la máxima cita es sólo para los buenos. Y porque, a esta altura, no hay lugar para casualidades.
Que se vengan esas frases. Messi es más determinante que nunca en esta selección. La Argentina no merecía el alargue. Todos los equipos han costado, pero ninguno pudo ser superior, hastra ahora, en esta copa. Para revisar: es muy alto el procentaje de las veces que a los de Scaloni le llegan, con respecto a las veces que le convierten.
El Dibu Martínez tiene el alma (por no decir otras cosas) del tamaño del planeta tierra. La ausencia de algunos jugadores, como Di María, se sienten y mucho por momentos. Messi peleando y levantando la voz nos moviliza, hay que decir la verdad. Otamendi es nuestro guardaespaldas. Lautaro Martínez se va a sacar la sal, hoy empezó su redención. Un «vamo vamo los pibes» para Julián y Enzo. Estamos más ilusionados que nunca. Que se vengan los croatas.
