Como saber si eres una persona altamente sensible (PAS)

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¿Te has sentido alguna vez abrumado por las emociones, el ruido o la multitud? ¿Te afecta profundamente el estado de ánimo o el dolor de los demás? ¿Te cuesta adaptarte a los cambios o rendir bajo presión? Si la respuesta es sí, puede que seas una persona altamente sensible.

Las personas altamente sensibles son aquellas que tienen un sistema nervioso más receptivo y reactivo que la media. Esto significa que perciben y procesan más información sensorial y emocional que otras personas, lo que les hace más vulnerables al estrés y la sobreestimulación.

Hay cinco signos que pueden indicar que eres una PAS:

Te afecta mucho el estado de ánimo y el dolor de otras personas. Estas personas suelen tener una gran empatía y compasión, pero también pueden absorber las emociones negativas de los demás y sentirse angustiadas por ellas. Además, les cuesta ver escenas violentas o de sufrimiento, ya sea en la vida real o en las películas.

Cuando estás en un ambiente ocupado, a menudo sientes la necesidad de retirarte y estar solo para aliviar la estimulación de ese entorno. Te sientes saturado fácilmente con los estímulos externos, como el ruido, la luz, los olores o la gente. Por eso, necesitan momentos de tranquilidad y soledad para recuperar su equilibrio y energía.

Cuando los demás tratan de sobrecargarte con demasiadas cosas a la vez, te sientes abrumado rápidamente por todas las demandas. Sientes agobio cuando tienen que hacer varias tareas al mismo tiempo, especialmente si son urgentes o importantes. Prefieren hacer las cosas con calma y con atención al detalle, sin distracciones ni interrupciones.

Odias el cambio y evitas que ocurran muchas cosas debido a todas las emociones fuertes que conllevan. Eres muy sensibles a las transiciones y a las novedades, ya que implican salir de su zona de confort y adaptarse a nuevas situaciones. Les cuesta dejar ir lo que conocen y enfrentarse a lo desconocido, lo que les genera ansiedad e inseguridad.

Cuando se te pide que compitas o actúes frente a otros, te pones nervioso. Las personas son muy conscientes de sí mismas y de lo que los demás piensan de ellas, lo que les hace sentirse juzgadas o evaluadas. Esto les provoca estrés y miedo al fracaso, lo que afecta a su rendimiento y a su autoestima.

Ser una PAS no es un defecto ni un trastorno, sino un rasgo de personalidad que tiene sus ventajas y sus desafíos.

 Lo importante es reconocerlo y aceptarlo, y aprender a cuidarse y a gestionar las emociones. Así, las PAS podrán aprovechar su potencial y su sensibilidad como un don y no como una carga.

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